Estrés y ansiedad: cómo superar el estigma de la salud social en el trabajo

Estrés y ansiedad: cómo superar el estigma de la salud social en el trabajo
Estrés y ansiedad: cómo superar el estigma de la salud social en el trabajo

Estrés y ansiedad: cómo superar el estigma de la salud social en el trabajo

En el sector laboral, los problemas relacionados con la salud mental y emocional son los que siempre han cargado una menor preocupación y un mayor rechazo social. El poco conocimiento del tema, la cultura de la sociedad y la noción de que ir al psicólogo o al terapeuta es motivo de vergüenza son los principales culpables de que exista un gran estigma hacia las personas con problemas de salud mental en nuestra sociedad y entornos de trabajo.

Pero la salud mental es importante en el ambiente laboral, no solo porque comprende la columna vertebral de nuestros comportamientos y de nuestro bienestar emocional, sino porque también juega un papel importante en nuestro desempeño. Las personas con depresión dejan de poder hacer incluso las cosas que les gustan, y en los casos de otras afecciones, incluso las acciones y actividades que podemos catalogar como relativamente sencillas pueden suponer una gran carga para una persona.

En materia de problemas de salud mental, existen innumerables afecciones y casos, sin embargo, podemos hablar brevemente de los más comunes antes de explicar qué tácticas usar para ayudar con este problema.

El estrés

El estrés laboral es el primer culpable de los problemas de salud mental en el trabajo, si bien es importante y necesario, hasta cierto punto. Permite activarse, tomar acciones y empujar nuestro desempeño. La falta de estrés está relacionada normalmente con apatía y desinterés. Sin embargo, el exceso de estrés puede ser aún más dañino, ya que puede saturar mentalmente a una persona y limitar o entorpecer su desempeño.

Lo que causa el estrés en el trabajo es recibir una demanda sobre la que no se tiene la suficiente maestría o control. En este mundo en vías de digitalización en el que vivimos, cada vez hay más obligaciones, y por el crecimiento de la industria se espera que las cosas se hagan mejor y más rápido. Si el trabajador no tiene los recursos, tanto materiales como mentales, para manejar las expectativas, estas terminan ocasionándole una sobrecarga y una gran cantidad de estrés.

El estrés es ya la segunda causa de baja laboral en la unión europea.


Ansiedad

La ansiedad puede verse como un tipo de estrés, más relacionado con el estado de temor o percepción negativa hacia el futuro. También puede tener múltiples causas y puede ocasionar limitaciones en la capacidad de concentración y en la calidad de vida de una persona. Desde ansiedad social hasta ataques de pánico, la ansiedad comprende un abanico complejo, donde la sensación de vulnerabilidad puede ser constante.

Depresión

La depresión tiene el tercer lugar en los problemas más comunes del trabajo en los programas de asistencia, seguido solo por problemas familiares y el estrés. La depresión también es capaz de disminuir las capacidades cognitivas de una persona.

La depresión tiene múltiples caras y formas de presentarse, sin embargo, el punto común es que es capaz de quitarle todo el brillo a una persona.

Abuso de sustancias

A veces por problemas de salud mental adyacentes y a veces por malos hábitos, el consumo de drogas, medicamentos y otras sustancias legales o ilegales se vuelve un problema cuando la persona no puede controlar las dosis y el consumo termina afectando su cuerpo.

El estigma: la barrera para amenizar las afecciones mentales

Uno de los mayores desafíos de mejorar la salud mental es que esta, al contrario de la salud física, siempre se ha tomado como un tabú. No se habla de ella como algo normal, sino, como un problema vergonzoso que hay que ocultar a como dé lugar. Esto ha impuesto la visión en nuestra sociedad de que las personas con problemas de salud mental son menos valiosas, menos capaces, que son peligrosas, poco confiables o que están dañadas.


Esa es una visión anticuada, ya que actualmente con tratamiento y un buen entorno de apoyo, las personas con afecciones mentales y problemas de comportamiento pueden lograr llevar una vida productiva y satisfactoria o, incluso, curarse.

El estigma puede ocasionar que la persona nunca termine de estar en paz con su enfermedad o prefiera no pedir ayuda por miedo a lo que pensarán de ella.

Según una encuesta del Centro McKingsey para el Beneficio Social Mediante la Salud, más de un tercio de los encuestados que habían presentado una afección mental, reportaron que una de las razones por las que no habían buscado ayuda clínica era porque les daba vergüenza que los demás supieran acerca de su enfermedad o estado mental.

Además, los encuestados con un alto nivel de estigma también reportaban que, en términos de productividad, perdían al menos un día a la semana debido a la sobrecarga de estrés.

Según la encuesta, aunque los empleadores estaban conscientes de que un entorno amigable y sin estigmas sería muy provechoso para la salud mental, solo el 23% de estos había implementado algún programa del estilo.

Por otro lado, cabe mencionar que muchos empleadores reconocieron la existencia de estigma en sus compañías, varios incluso aceptaban sufrirlo ellos mismos.

¿Qué acciones se pueden tomar para mitigar el problema?

Una vez entendido el contexto, podemos ahondar en las formas en las cuales las compañías y los empleados pueden aportar su apoyo para mejorar el sistema.

Cambiar la percepción

Lo primero y principal es cambiar la noción de que las enfermedades de salud mental son una vergüenza. Los empleados (y también empleadores) deben poder sentirse seguros de que cuando les hablen de su afección, las demás personas no van a pensar que valen menos o a dudar de sus habilidades. Para esto, las compañías pueden iniciar programas que se encarguen de los siguientes puntos:

  - Concientizar: Los programas que explican y enseñan sobre qué son, cómo identificar, prevenir y tratar las enfermedades de salud mental y de abuso de sustancias pueden lograr un gran impacto en como el núcleo de trabajo percibe y afronta un caso de este tipo. Esto es importante porque además permite que las personas puedan prevenir y tratar más fácilmente sus afecciones sin vergüenza ni miedo de ser juzgados.

  - Entrenar: Se puede educar a los managers para reconocer los problemas de salud mental y conectar a los empleados con los centros de apoyo o tratamiento que éste necesite. Esto es importante, pues también puede ayudar a disminuir la probabilidad de que las personas eviten pedir ayuda.

  - Humanizar: Al permitir a los empleados entrar en contacto con el tema a través de las historias de cómo personas reales afrontaron y superaron los retos de un problema de salud mental puede ayudarlos a desterrar el estigma, y en su lugar entender a las personas con esta clase de problemas desde una perspectiva más humana. Esta clase de contacto puede incluso provenir de los propios líderes de la empresa que, por lo general, son quienes los empleados respetan.

Eliminar la discriminación

  - Lenguaje sin estigmas: Apostar por un lenguaje que enfatice la cualidad humana de las personas en vez de sus problemas es una forma de disminuir el estigma. Por ejemplo, en vez de decir que alguien tiene problemas de drogadicción, expresión por lo general asociada con mal comportamiento, se les puede llamar drogodependientes.

  - Ser incluyentes con la neurodiversidad: Promover entornos de trabajo amigables y flexibles y prevenir barreras para las personas no neurotípicas o con problemas conductuales.

  - Premiar una cultura de la salud psicológica: De nada sirven los complejos de héroe en la oficina más que para saturar a las personas, en cambio, hay que promover una mentalidad de atleta: perseguir la excelencia sin dañarte en el proceso.

Ocuparse de la salud mental y la salud física al mismo nivel

Es imprescindible asegurarse que las ayudas ofrecidas llegan a las personas que las necesitan. En los entornos con alto estigma, las personas con problemas de salud mental pueden decidir no pedir ayuda si perciben que estas reciben una visión negativa de su entorno. Para mejorar esto los empleadores pueden:

  - Comunicar apropiadamente: Debe hacer un programa que se encargue de que las políticas de salud se están cumpliendo, que comunique de manera oportuna las capacidades de estas y los beneficios que se ofrecen.

  - Garantizar equidad desde el mando: Aunque hay un gran número de empresas con políticas de salud mental y líderes que se ocupan y preocupan porque estas se cumplan, no son tantas las que miden realmente sus resultados. Es imprescindible que las empresas encuesten regularmente a sus empleados para saber cuáles necesidades existen, cuáles se están supliendo y cuáles no.




Apoyo desde abajo

Los líderes no son los únicos que pueden tomar acciones para ayudar a luchar con el estigma de la salud mental en los entornos de trabajo. Aunque las iniciativas que los empleados pueden tomar son limitadas, no son irrelevantes.

  - Alentar a los líderes de la empresa para interesarse e implementar programas de manejo del estrés y de los problemas de salud mental.

  - Participar en los programas de apoyo a la salud mental si existen.

  - Compartir experiencias personales con otros para ayudar a reducir el estigma, cuando sea apropiado.

  - Ser abierto con las experiencias de otros compañeros.

  - Interesarse por desarrollar comportamientos psicológicamente sanos, y promoverlos entre los compañeros.

  - Tomar parte en actividades anti-estrés, e incentivar a los compañeros a participar en ellas.



En estos momentos, donde todos están de una u otra manera afectados por la pandemia del covid, y que la salida de esta está más cerca que nunca, es un momento excelente para comenzar a preocuparse de los temas de salud mental. Si se logra superar el estigma que la sociedad moderna tiene en torno a la salud mental, podremos mejorar más que nunca no solo las capacidades de la fuerza de trabajo, sino el bienestar de todos.


asesoresB24,
Su equipo Bitrix24 en español.

09/09/2021

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